Wei Qingwan contuvo sus lágrimas, tolerando el dolor mientras arrancaba el dobladillo roto de su falda y seguía los pasos de Wei Ruo.
Después de avanzar un poco más, Wei Ruo se detuvo, sacó una herramienta y comenzó a cavar.
Esta herramienta, hecha a medida específicamente para Wei Ruo, tenía un cilindro hueco en el extremo frontal y un mango largo en la parte trasera.
Wei Ruo clavaba esta herramienta profundamente en la tierra, luego la sacaba con fuerza. Esto le permitía extraer tierra desde la superficie hasta cincuenta centímetros de profundidad, manteniendo las estratos originales de la tierra extraída.
Una vez recogidas, estas muestras de suelo permitirían a Wei Ruo estudiar meticulosamente y analizar la alcalinidad del suelo, desarrollando así planes respectivos para mejorar.
Luego, Wei Ruo empacaba las muestras recogidas en una bolsa, marcando los lugares de donde habían sido recogidas.