—Saludos, Séptimo Príncipe —Wei Ruo hizo una reverencia.
Se preguntó:
—¿No estará este Gobernador Militar demasiado libre? ¿No hubo recientes informes de movimientos por parte de los piratas japoneses? ¿Cómo puede tener tiempo libre para entrometerse en negocios secundarios en lugar de concentrarse en sus deberes principales?
—La Srta. Wei ha estado trabajando arduamente —dijo Chu Lan.
—Es mi deber como ciudadana, no me atrevo a afirmar que sea un trabajo arduo —respondió Wei Ruo.
Chu Lan observó la sumisa apariencia de Wei Ruo, con una sonrisa apareciendo en su rostro. Luego, su mirada se posó en Wei Jinyi, quien estaba vestido de asistente detrás de Wei Ruo.
De alguna manera, Chu Lan sintió que este asistente era insólitamente distintivo.
—¿Quién es esta persona detrás de la Srta. Wei? —preguntó Chu Lan.