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Después de probar el pescado de limón, Liushiliu miró un plato de bolas blancas. No sabía cómo se llamaba el plato, pero no le importó y se metió una bola del tamaño de un bocado en la boca. Mientras el aroma del arroz glutinoso y la carne picada se difundía en su boca, Liushiliu se sorprendía una vez más por las habilidades culinarias de Duan Yixin.
—¿No me digas que todos estos alimentos son comida medicinal? Me pregunto cuánto tendré que pagar por esta comida? —Liushiliu tocó secretamente su bolsa plana y suspiró por dentro. Pero cuando sus ojos cayeron sobre otros platos, inmediatamente olvidó lo pobre que era.
Además de un plato de pescado de limón y un plato de albóndigas perladas de carne glutinosa, también había un plato de verduras salteadas y un cuenco de sopa de huevo. La comida estaba desplegada frente a él, y Liushiliu no pudo dejar de mover sus palillos y su boca hasta que la mayor parte de la comida entró en su estómago.
