Xuan Ruiquan suspiró interiormente y bajó la mirada —Espero que Zhengqiang pueda llegar antes de que alguien se entere de esto. Con el estatus de Zhengqian como el médico jefe del Ejército Jin Yi, la gente no se centraría en Xin'er incluso cuando descubrieran la cura. Con Zhengqian como escudo, Xin'er debería estar segura en esta vida.
Después de pensar un momento, miró a Duan Yixin y preguntó —¿Qué pasaría si ponemos en cuarentena a los pacientes? ¿Podemos detener la propagación de la peste?
Duan Yixin pensó por un rato y dijo —Podemos intentarlo, pero no hay garantía de que podamos prevenir la propagación de la peste. Si se propaga por el aire, sería difícil de controlar.
Chi Xiyou dejó su bol vacío y dijo —No creo que los refugiados nos escuchen y se queden en el área de cuarentena.
Al oír esto, Duan Yixin miró subconscientemente a Xuan Ruiquan. Al ver que ella lo miraba, Xuan Ruiquan sonrió y dijo —No te preocupes. Déjame este asunto a mí.
