—Director, ¿puede ir alguien más a llamarlos? La profesora Li tiene prejuicios contra Lu Siyuan y contra mí —dijo Shen Mianmian.
Dejó su frase sin terminar, pero su significado era cristalino.
Al oír esto, Li Qiumei se enfureció tanto que casi convirtió sus dientes en polvo. Esta maldita chica, decir tales cosas sobre ella frente al director y a los forasteros. ¿No estaba esto diciendo claramente que tenía un mal carácter?
Deseaba poder correr hacia ella y abofetear a Shen Mianmian, pero debido a la presencia del director, tuvo que contenerse, con los ojos deslumbrantes como si pudieran matar a Shen Mianmian.
El comportamiento de Li Qiumei era demasiado obvio, y el director no era tonto. Podía notar que estaba atacando a Shen Mianmian. Si un profesor tiene una moral pobre, el impacto es mucho peor que el de un estudiante.
Su expresión se volvió severa, y para demostrar equidad e integridad frente a He Nan y Li Yue, decidió que el subdirector llamara a los implicados.