La expresión del director ya se había agriado después de escuchar las quejas de Wang Jingjing y Zhao Xinlan, y las observaciones de Li Qiumei fueron como echar aceite al fuego, haciendo que su rostro se oscureciera de inmediato.
—¿Entonces qué sugieres que hagamos? —preguntó.
Pensando que el director estaba enfadado porque Shen Mianmian lo había engañado, a Li Qiumei le complacía idear un plan:
—Ya que el gran jefe de la ciudad se ha ido, naturalmente no deberíamos molestarlo más, para evitar impactar negativamente en la escuela. Simplemente expulsamos a Shen Mianmian y le damos su lugar a un estudiante necesitado.
Antes de que el director pudiera hablar, ella añadió:
—Creo que Wang Hao del primer año de clase proviene de una familia pobre, sería un candidato adecuado.
