La cinta de vídeo estaba colocada dentro de una caja de cartón, mientras que a Shangguan Heng le habían pegado esparadrapo en el cuello y también tenía las manos vendadas con gasa.
Parecía estar en bastante mal estado.
Sin embargo, en los ojos de Xia Bowen era increíblemente satisfactorio.
Sentía que no se había deleitado en una venganza tan gratificante desde hacía muchos años.
Shangguan Heng dio un paso atrás y dijo con una sonrisa fingida —Después de ayer, ¿podemos considerar saldadas nuestras rencillas?
Song Yunuan permaneció en silencio.
Si saldar o no, eso lo debía decidir su tío.
Xia Xindong se burló —Shangguan Heng, ¿qué crees?
El rostro de Shangguan Heng cambió de color repentinamente, y apretó los dientes —¿No deberías dejar margen para maniobrar, para poder encontrarnos en buenos términos en el futuro? ¿Estás siendo tan agresivo? ¿No temes que todo termine en destrucción mutua?
