—Entonces Song Yunuan golpeó el suelo con el pie y dijo entre lágrimas:
—No puedo soportar dejar a mis abuelos, mis padres y mi familia. Incluso si me obligas, incluso si me secuestras a Xiangjiang, encontraré la manera de escapar.
El Viejo Ho estaba completamente confundido, pero su expresión se tornaba cada vez más solemne.
Gu Huai'an sabía lo que estaba pasando y observaba silenciosamente la actuación de Song Yunuan. La niña estaba llena de ideas astutas. Lo que acababa de decirle a esta mujer definitivamente no era esto.
Gu Huai'an echó un vistazo casual a Shangguan Yunqi, cuyo rostro había cambiado drásticamente. Shangguan Yunqi sentía como si estrellas estuvieran explotando ante sus ojos. —¡El diablo, el diablo, esta Song Yunuan era un diablo! —¿Cómo podía mentir tan descaradamente, con tanta facilidad? —Shangguan Yunqi nunca había visto a una chica como ella antes. Sentía que iba a desmayarse.