El rostro del Padre Qin y de la Madre Qin cambió al instante.
Los que vieron la película con Siqi fueron Fang Hong y Qi Aimei.
La Madre Qin estaba algo enojada:
—Fang Hong y Qi Aimei se pasaron. Les había dado instrucciones específicas de antemano, pero miren lo que sucedió...
El Padre Qin frunció el ceño:
—No vayas a buscar peleas con la gente. Tomémoslo con calma.
Justo entonces, tocaron la puerta de la familia Qin.
La Madre Qin miró la hora y tuvo que ir a abrir la puerta.
Para su sorpresa, en la puerta estaba el hijo menor de la familia Lu, Lu Feng.
El joven de diecinueve años tenía un rostro apuesto, pero lucía demacrado, con ansiedad en el fondo de sus ojos.
La tez de Lu Feng estaba pálida. Miró más allá de Qin Siqi hacia el interior y preguntó directamente a la Madre Qin:
—Tía Zhou, ¿dónde está la Pequeña Nuan?
El Padre Qin frunció el ceño.
Era otro asunto, del cual tanto Qin Siqi como Lu Feng desconocían.