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Zhong Shaoqing se sintió fuera de control otra vez.
Pero esa niña debería ser inocente.
¿Cómo se involucró con la familia Shangguan?
Antes de que pudiera descubrirlo, su mente se confundió y se lanzó hacia la dirección de la puerta.
Y sus ojos se volvieron aún más rojos.
Después, Zhong Shaoqing fue sujetado en la cama, comenzando a luchar frenéticamente, pero cuatro hombres se unieron contra él y fue inmovilizado de inmediato, con los miembros sujetos.
—No podemos inyectarle más; necesitamos seguirlos cuando se vayan —dijo Acheng.
—Segundo Joven Maestro, no seas impaciente. Si te gusta ella, los cuatro garantizamos que te la traeremos —dijo Adah casualmente.
Zhong Shaoqing dejó de luchar. Una sonrisa tonta apareció en su apuesto rostro, y su mirada era nublada mientras decía:
—Está bien, tráiganla para ser mi esposa.
—¿Y qué pasa con Shangguan Wan? —preguntaron los ojos de Adah.
—No la quiero más, me gusta esta, ¡la quiero por esposa! —respondió Zhong Shaoqing.
