—Xia Zheng se mordió el labio —emitió un sonido de disgusto y supo que Lin Yuan tenía la intención de enviarlo de vuelta—. Puso cara de pena y volvió al carruaje con aire de agravio, incluso dejando escapar leves quejidos simulando lloriquear.
—Lin Yuan se tomó la frente, si no fuera por la delicada salud de Xia Zheng, no se habría apresurado en mandarlo de vuelta —él era diferente de Lin Yi—, Lin Yi incluso podía dormir en las ramas de los árboles, pero ¿Xia Zheng? Ni pensarlo.
—Además, la casa en verdad no tenía suficientes cuartos —de los cuatro cuartos del Cuarto Norte, además del vestíbulo central que no podía usarse para dormir, uno estaba ocupado por Lady Liu y su acompañante Lady Fan después del parto, un cuarto albergaba a las tres Hermanas Lin Yuan y a Liu Limin, e incluso Lin Jiaxin había empezado a usar una muleta para ir a dormir a una habitación anexa.