Ese era un cadáver altamente descompuesto, lleno de gusanos, solo los huesos visibles de forma escalofriante, su apariencia original ya no discernible; sin embargo, por la forma del cuerpo y la ropa relativamente intacta, estaba claro que el cadáver era el de un hombre adulto.
En su vida pasada, Yang Mengchen había participado en operaciones de rescate tras terremotos y había visto a muchos que habían perecido en varios accidentes, cuya vista era espantosa, por lo que se mantuvo bastante compuesto en el momento.
Pensando en el agua del pozo que todos habían estado bebiendo, la cual había estado impregnada con este cadáver, los aldeanos de Jinquan cada uno se sintió con náuseas, y muchos o se agacharon o se volvieron para vomitar violentamente. Algunos no dejaron de hacerlo incluso después de haber vomitado bilis, e incluso el Líder del Clan y otros palidecieron y se les pusieron los pelos de punta.