Observando la interacción madre-hijo, Lu Jingyi se dio cuenta de que era la expresión del amor de una madre.
Lu Hongxuan negó con la cabeza —No voy a volver a mi habitación.
—Cariño, deberías volver primero —Lin Xiao palmoteó suavemente a Lu Hongxuan, instándole a regresar a su habitación.
Lu Hongxuan, ante la mirada firme de su madre, no tuvo más remedio que volver a su habitación.
Antes de irse, dijo —Hermana, estoy seguro de que has escuchado todo tipo de rumores, pero definitivamente eres la hija de mamá.
—Si no quieres que tu buena vida actual se acabe, sígueme.
Lu Jingyi frunció el ceño, preguntándose cómo Lin Xiao la estaba amenazando. Siguió a Lin Xiao a su habitación. Lin Xiao cerró la puerta tras ellas.
—Lu Jingyi, no, Wang Jingyi, parece que olvidas, tu buena vida actual te la he dado yo.
Confundida, Lu Jingyi no pudo descifrar qué quería decir Lin Xiao con esas palabras.
¿Cuándo se convirtió su apellido en Wang? Esta persona incluso había cambiado su apellido.
