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Meng Yunhan, con su vientre protuberante, salió de la habitación. Realmente se sentía extraño estar allí sentada sola.
—¿Qué haces aquí? Vete rápido, vete rápido —La madre de Yun alzó la cabeza para ver a su diminuta nuera con un gran vientre.
Zhang Cuihua y Zhao Fang giraron hacia la puerta al mismo tiempo.
—Mamá, solo estoy viendo si puedo ayudar en algo —La madre de Yun la despidió con un gesto. —No necesitamos tu ayuda. Ve a descansar. Tus cuñadas y yo podemos encargarnos. La comida puede que no sea tan buena como la tuya, pero nos apañaremos.
Zhang Cuihua y Zhao Fang se sintieron un poco amargas. Aunque reconocían que era cierto, todavía era incómodo que su suegra las menospreciara delante de su cuñada.
—Sí, Hermana Menor, ve a descansar. Nosotras nos ocupamos de la cocina —Zhang Cuihua forzó una sonrisa.
—Hermana Mayor tiene razón. Podemos encargarnos. ¡Ve a descansar! —Zhao Fang intervino más naturalmente.
