—Has trabajado duro estos años. Si las cosas no se hubieran vuelto caóticas entonces, seguramente estarías viviendo como una señora rica ahora —El padre Yun sostuvo la mano de la madre Yun, suspirando profundamente.
—Como dijiste, eso fue en aquel entonces. Nuestra vida puede ser un poco dura ahora, pero soy muy feliz —La madre Yun no se arrepentía de haber venido al Pueblo Qingzhao con el padre Yun en aquellos días. Tuvieron varios hijos y vivieron modestamente, apenas logrando mantener llenos sus estómagos, pero sinceramente no lo lamentaba. Después de todo, ¿no es esto de lo que trata la vida?
Por el lado de Meng Yunhan, comenzó a ocuparse en su espacio especial. El espacio estaba en constante expansión, así que la cantidad de cosas que estaba cultivando también estaba aumentando. Entraba en este espacio para trabajar todos los días. Si se cansaba, bebía agua de manantial.
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