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—Sí, Hanhan, lo que quieras comer, lo tenemos en casa. Puedes cocinarlo todo. Tenemos que nutrirte bien —la madre de Yun estaba preocupada. Su pequeña y delicada nuera podría tener muchas dificultades cuando diera a luz, debía asegurarse de que estuviera bien alimentada.
Los huevos de gallina de antes finalmente tenían un propósito.
Estaban extasiados, su nuera quedó embarazada en poco más de un mes después de comenzar a vivir con su hijo. Esto es una gran noticia, una grandísima noticia de verdad.
—Mamá, solo puedo ocuparme de tareas ligeras —dijo ella.
Después del desayuno, los padres de Yun recordaron a Meng Yunhan una vez más antes de salir felices para el día.
Aunque Meng Yunhan decía que no podía manejar tareas pesadas, todavía era capaz de alimentar a los cerdos.
Allí estaba, con una cesta de bambú en la espalda, recolectando comida para cerdos. Sin embargo, la cesta no estaba tan llena como de costumbre.
