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Meng Yunhan sabía que era bastante maleducado abrir la puerta así, pero no había habido respuesta durante mucho tiempo. Realmente temía quedar atrapada allí para siempre y no volver a ver a Yun Hao.
Suavemente, empujó la puerta, que se abrió chirriando. Echando un vistazo, Meng Yunhan pudo ver claramente la situación dentro de la habitación.
El interior estaba decorado de manera similar a los pequeños templos que se ven en la TV.
El cuadro en la pared era flagrantemente obvio.
¿Realmente podría estar confinada aquí?
Con esta pregunta en mente, Meng Yunhan entró y se inclinó ante la persona en el cuadro, pidiendo disculpas, —Lo siento por molestar. Solo quiero saber cómo salir".
Sin embargo, no hubo respuesta de la figura pintada. Meng Yunhan decidió irse, ya que no era correcto alterar la tranquilidad.
Saliendo de la casa de paja, Meng Yunhan continuó llamando:
—¿Hay alguien? ¿Hay alguien?"
