Tal vez debido a la recuperación, sentía que había crecido unos centímetros más.
—Yunhan, mañana vamos a la montaña a recoger hongos. ¿Quieres ir? —Zhang Cuihua se acercó al lado de su suegra para invitar a Meng Yunhan y también planeaba recoger algunas verduras silvestres frescas por el camino.
Habían estado comiendo papas, batatas y rábanos todo el invierno, o repollo congelado. No habían tenido verduras frescas. Dado que Yunhan era la tutora de los hijos de Zhang Cuihua, no había necesidad de hacer la relación incómoda.
Además, si Yunhan iba, no habría necesidad de que ella entregara comida en la casa de su suegra.
—Claro, agradezco la invitación, cuñada.
—Comenzaremos temprano.
—De acuerdo.
Zhang Cuihua no se demoró mucho. Con cerdos que alimentar, gallinas que cuidar y el cabeza de familia que pronto regresaba del trabajo, necesitaba ir a casa a cocinar. Vio a su hijo menor regresar a casa y supo que Yunhan también había vuelto de clase.