Chen Tiantian reconoció a esta mujer como la esposa de un antiguo colega de su padre, la tía Song, y se conmovió hasta las lágrimas.
De hecho, su padre Chen Guanglu había sido muy bueno con ella y sus dos hermanas, no solo había pagado dinero para que Chen Tiantian y su hermana mayor asistieran a una academia privada para damas, sino que nunca las golpeó ni regañó, era un buen padre en verdad.
—Tía Song —Chen Tiantian casi se ahogó.
La tía Song salió corriendo del patio y la llevó adentro, diciendo:
—Entra y siéntate, han pasado algunos años desde la última vez que te vi.
Chen Tiantian y Wen Yurong entraron al patio y se sentaron en un banco de piedra bajo un árbol de jujuba.
La tía Song les trajo té y se sentó junto a ellas, preguntando por la madre de Chen Tiantian:
—¿Dónde está tu madre ahora? ¿Está contigo?
Negando con la cabeza, Chen Tiantian susurró:
—Ella está en Ciudad Prefectura.
—¿Entonces qué haces aquí? —preguntó la tía Song.
