—De acuerdo —la mirada de Shen Jingxiu estaba fija adelante, concentrada en las condiciones de la carretera—. Entonces vamos juntos, terminemos con esto hoy y luego podemos ir a casa.
—Está bien —sin embargo, Wenyan le dio otra mirada a Shen Jingxiu—. Hermano mayor, ¿puedo discutir algo contigo?
—¿Qué pasa?
Al ver a Wenyan de repente tan seria, Shen Jingxiu no pudo evitar girar la cabeza para mirarla.
—Tú dime.
—Eso es, en el futuro, si te pido ayuda, o si hay cosas relacionadas conmigo, ¿puedes hablar primero conmigo en lugar de tomar decisiones por tu cuenta? Por ejemplo, los asuntos entre la Familia Shen y la Familia Fu, tú y el cuarto hermano me dijeron de antemano que me mantuviera al margen, así que dejé de preguntar. Pero con el asunto de hoy sobre Xu Jie, si no hubiera insistido en respuestas justo ahora, me lo habría perdido por completo.
