—El día que completó su confinamiento postparto, después de un desayuno temprano, Shen Mingzhu usó las dos ollas más grandes de la casa para hervir agua, lista para darse un buen baño de pies a cabeza.
—El agua que hirvió estaba toda infundida con artemisa.
—Pei Yang había recogido algún remedio popular de algún lugar, diciendo que bañarse con agua de artemisa el día en que uno termina el confinamiento podría promover la circulación sanguínea y expulsar el frío y la humedad del cuerpo, así que había ido especialmente al campo a cortar dos grandes manojos y traerlos de vuelta.
—Después de que el agua de artemisa estuvo lista, ella la vertió en la bañera y se sumergió cómodamente durante media hora.
—Una vez terminado, Shen Mingzhu se sintió como si hubiera perdido varias libras.