Al ver a la visitante, Shen Mingzhu apenas pudo ocultar su sorpresa y asombro.
—Hermana Li, ¿cómo es que estás aquí?
Li Bing era una persona directa. Se acercó a ella y bromeó sin dudarlo:
—¿Cómo que por qué estoy aquí? Naturalmente, vine a verte. No es como si hubiera venido a pedir prestado el baño.
Shen Mingzhu rió:
—Por favor, pasa. ¿Ya has comido?
—Aún no, vine especialmente para alcanzar tu almuerzo.
Shen Mingzhu volvió a reír:
—No hay problema, hoy tenemos tofu para el almuerzo. Si no te importa, por favor, siéntate y únete a nosotros.
Li Bing le pasó el brazo por la cintura a Shen Mingzhu y jugueteó:
—El tofu es bueno, lo que más me gusta comer es el 'tofu personal'.
Shen Mingzhu estaba tan divertida que apenas pudo emitir un chillido.
La mesa del comedor de la cantina ya estaba puesta con platos, todo un banquete de tofu: tofu al estilo casero, tofu frito, natilla de tofu con carne de cerdo picada y una olla de sopa de tofu.