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Para cuando Sun Feifei recuperó el sentido, se dio cuenta de que inconscientemente había caminado hasta la base del edificio de apartamentos donde vivía Ning Yuan.
Mirando fijamente el edificio de apartamentos de estilo antiguo, los ojos de Sun Feifei mostraban un cambio constante de emociones.
Entre las personas que conocía, el único que podía ayudarla a superar esta crisis no era otro que Ning Yuan.
El ático.
Ning Yuan estaba de pie junto a la ventana de piso a techo con Yan Yi en el otro lado, Ning Yuan sosteniendo una copa de vino tan resplandeciente como un rubí, mientras Yan Yi tenía una taza de té con hilos de humo restantes.
Ambos observaban a Sun Feifei en la calle frente al edificio de apartamentos.
El tono de Ning Yuan era burlón —Adivinaste bien, realmente vino.
La expresión de Yan Yi era indiferente, sin revelar su verdadera emoción.
