Era bien conocido en toda la escuela de medicina que Lin Wu tenía pasión por resolver problemas matemáticos, y era completamente natural que disfrutara encontrando soluciones.
—¿Wei Song lo resolvió?
El viejo profesor se detuvo un momento, había sido testigo de cómo Lin Wu casi enloquecía por el problema, no podía haber sido Lin Wu quien lo resolviera.
—Él, ¿cómo podría?
Lin Wu negó con la cabeza, diciendo que Wei Song era ligeramente mejor en matemáticas que él, pero no por mucho.
—¿Entonces, quién?
El profesor estaba curioso, si no era Wei Song, ¿quién podría ser?
—¿Está cerrada la puerta?
Lin Wu estaba a punto de responder cuando fue interrumpido por una voz gélida.
Lu Qingyi estaba parada a un metro de Lin Wu, luciendo perezosa y casual.
—Oh, oh, no está cerrada.
Al ver a Lu Qingyi, que acababa de irse y regresar, los ojos de Lin Wu se iluminaron y de inmediato comenzó a comportarse como un perro faldero obediente.
