—Señor Xu, el malentendido con su novia, todo es culpa mía. No entendí la situación. Es mi culpa.
El hombre de cabello plateado entró en pánico, hablando apresuradamente.
Al final, todo fue culpa suya. Fue él quien intentó coquetear con Lu Qingyi, todo lo que sucedió después fue resultado de sus propias acciones.
Solo no quería admitir su error.
—A ella puede que no le importe, pero a mí sí.
Xu Boyan se giró para mirar a Lu Qingyi. Su mirada era tierna, pero cuando miraba al hombre de cabello plateado, era fría.
—Me haré cargo de los gastos médicos, en cuanto a lo que te suceda, puedes imaginarlo tú mismo.
Xu Boyan lanzó una tarjeta bancaria a la cara del hombre, hablando fríamente.
El borde de la tarjeta era afilado, rasgando la cara del hombre y causándole más dolor. Viendo a Xu Boyan, no se atrevía a enojarse ni a protestar.
Estaba en pánico por dentro. Probablemente ya no podría conservar su trabajo, y el negocio de su padre también podría verse afectado.