—¿Ceder?
—¿Copiar?
—Lu Qingyi de repente se encontró riendo, su curiosidad despertada. Se preguntaba con qué habría estado llena la mente de Luo Xinxin todo este tiempo.
—Dejando todo lo demás de lado, incluso si ella cediera, ¿Xu Boyan necesariamente se enamoraría de Luo Xinxin? Eso claramente era imposible.
—Te dejaré salvar la cara. —Lu Qingyi dijo con frialdad, con una sonrisa juguetona en las comisuras de sus labios.
—Tú, que faltas a clase, no eres digna de él. —Luo Xinxin se burló, cruzando sus brazos en un gesto de arrogancia y certeza.
—¿Indigna? —Esto era algo que Lu Qingyi había escuchado incontables veces. Ya no le afectaba.
—Cuando salgan los resultados del examen, te encontrarás aún menos merecedora. —Lu Qingyi se rió de su arrogancia evidente, sus ojos brillando con una confianza inquebrantable.
—Las calificaciones académicas probarían todo.
—Hmmph, dame su contacto. —Luo Xinxin exigió abriendo su mano, mordiéndose los labios.