Cada palabra y frase mostraba cuidado por Lu Qingyi, un detalle que se enfatizaba en la conclusión de la carta.
¿Por qué?
Al abrir la segunda hoja de papel, una foto amarillenta e incompleta cayó. Una pequeña parte de la foto había sido arruinada por el fuego.
Lu Qingyi la reconoció. Era una foto de su abuela en sus días de juventud, junto a Yao Meishu, y otro anciano que supuso debía ser su abuelo al que nunca había conocido.
Una pequeña porción de la foto estaba quemada, Lu Qingyi no pudo distinguir qué era.
¿Qué podría ser la otra mitad? Lu Qingyi tenía sus dudas.
Lo que quedaba eran pedazos de la foto, mostrando solo a Yao Meishu y su abuela, y a nadie más.
El último papel debajo indicaba que la joyería dentro había sido dada a ella.
No había nada más, nada más sobre ella.
Lu Qingyi cerró la caja fuerte. Su corazón estaba consumido por una sensación de pérdida.
Nada.