—Es bonita, aunque parece menor de edad. Probablemente no sea alguien importante, ¿verdad? —Xu Boyan rápidamente volvió a guardar la foto en el cajón y le dijo a Qiu Long.
Parecía como si atesorara la foto y no quisiera que Qiu Long la mirara más tiempo.
—Protégela, ni un solo cabello suyo debe ser dañado —dijo Xu Boyan.
Qiu Long miró a Xu Boyan confundido y esperó a que él continuara hablando.
—Maestro Xu, ¿puedo preguntar quién es ella? —preguntó Qiu Long.
Notó que los ojos de Xu Boyan eran suaves cuando miraba la foto. Sabía que Xu Boyan era distante e inaccesible, pero nunca lo había visto capaz de mostrar dulzura.
—La futura Señora Xu —afirmó Xu Boyan, cerró los ojos ligeramente y habló en voz baja.
—... —Su expresión cambió un poco. No esperaba que el encargo de Xu Boyan fuera proteger a una mujer, lo que de repente lo hizo sentirse superfluo.
