Al día siguiente, Lu Qingyi llegó a la Universidad de Pekín temprano en la mañana.
—Hermana, ¿tienes... algo que hacer? —Lu Jiayue salió con chanclas, mordiéndose ligeramente el labio y mirando a Lu Qingyi para preguntar.
Recibió un mensaje de texto de Lu Qingyi temprano en la mañana y se quedó atónita cuando vio el mensaje.
Porque en el pasado, Lu Qingyi nunca le enviaba mensajes de texto ni la llamaba, y Lu Qingyi incluso había bloqueado toda su información de contacto.
Para mantener su imagen de buena hermanita menor, salió con sus zapatillas.
La razón era simplemente que su compañera de cuarto había visto el mensaje de texto que Lu Qingyi le envió.
—Mmm —Lu Qingyi examinó la apariencia actual de Lu Jiayue y soltó una risita fría.
Su cabello estaba algo desordenado, parecía que acababa de despertar. Su ropa parecía puesta al azar, y tampoco llevaba zapatos.