—¿Todavía no aprendes la lección incluso cuando te lastiman? —Con una sonrisa burlona, Lu Qingyi lanzó una mirada fría a Lu Jiayue.
Si había sentido el dolor, ¿por qué quería provocarla de nuevo?
Nunca había considerado a Jiayue como su hermana, justo como Jiayue nunca la consideró como su hermana.
—Hermana... —Lu Jiayue mordió su labio con agravio, mirando lastimeramente a Lu Qingyi.
Un destello de luz oscura brilló en su corazón, convencida de que Qingyi era insensible.
—¿No puedes entrar a Hardrick y ahora también piensas en dejar la Universidad de Pekín, Lu Jiayue? —Lu Qingyi preguntó, su voz particularmente fría.
No le importaba si Lu Jiayue dejaba la Universidad de Pekín.
Lu Jiayue permaneció en silencio, su corazón agitado. Si no podía entrar a Hardrick por culpa de Lu Qingyi, entonces era posible que su educación actual también terminara.
—Si te vuelven a acosar, puedes decírmelo. —Lu Qingyi se giró y le dijo a Luo Jia.