Xu Boyan soltó una risita mientras sujetaba firmemente la mano de Lu Qingyi. Una sonrisa burlona se formó en sus labios.
Era bastante placentero ver que la joven pensaba en él.
A un lado, Ren Changming apretó sus puños con fuerza. Observando a la pareja perfecta frente a él, su corazón dolía como si una aguja lo pinchase.
Se veían tan dulces juntos, que incluso la normalmente impasible Lu Qingyi siempre llevaba una sonrisa cuando estaba con este hombre.
—Lu Qingyi, yo volveré primero al dormitorio.
Ren Changming se esforzó por mantener una expresión serena mientras anunciaba su partida a ella.
Él estaba simplemente tratando de mantener un sentido de relevancia para sí mismo. Los ojos del hombre habían estado fijos en Lu Qingyi desde el momento en que entró, como si Ren Changming fuera invisible para él.
Lu Qingyi le dio a Ren Changming una mirada de reojo y no dijo nada.
Su partida fue de su propio acuerdo, aparentemente sin tener nada que ver con ella.