—¿Xu Boyan? —Wen Linyu se quedó sorprendido mientras miraba a Lu Qingyi con incredulidad.
—En Kioto, quizás nunca hayas conocido a Xu Boyan, pero muchos han escuchado su nombre.
—Xu Boyan también era aquel a quien Wen Linyu temía.
—¿Cómo están ustedes dos conectados? —preguntó Wen Linyu.
—Xu Boyan era el heredero de la Familia Xu, una figura alta y poderosa —él y Lu Qingyi no deberían tener relación alguna.
—¿Cómo llegaron a conocerse?
—Xu Boyan podría tener a cualquier chica que quisiera, entonces, ¿por qué eligió a Lu Qingyi?
—Wen Linyu olvidó que él mismo podría tener a cualquier chica que deseara, pero fue por Lu Qingyi que se enamoró.
—Se enamoró de esta indiferente y fría Lu Qingyi.
—Lu Qingyi lanzó una mirada a Wen Linyu, no respondió y cerró la puerta.
—El ruido fuerte del cierre de la puerta resonó, y Wen Linyu fue completamente excluido por Lu Qingyi.
—Joven amo... —Un viejo sirviente salió de un lado, mirando a Wen Linyu con simpatía, suspirando en silencio.