El día que se publicaron los resultados del examen, había una sensación de depresión ensombreciendo a Yizhong, era un día para determinar su destino.
Todos los estudiantes habían llegado y estaban ocupados adivinando sus puntuaciones, preocupados por si lograrían entrar a sus universidades deseadas.
Lu Qingyi, como de costumbre, estaba durmiendo en su escritorio, mostrándose indiferente ante toda la situación.
—Qingyi, tu resistencia mental es verdaderamente notable.
—Apuesto a que Lu Qingyi será la que más puntaje obtenga en el examen de ingreso a la universidad.
—Podría haber conseguido la puntuación máxima otra vez.
—No, ¿no dijo Qingyi que no escribió la composición china?
—Pero aún así, no podría haberle ido mal.
—Estoy algo nervioso.
Xun Hanyu, Luo Jia y Jiang Yumeng se agrupan e inician una conversación.
Lu Qingyi abre los ojos llenos de sueño; cruza las piernas y se inclina para mirar su teléfono, ignorando por completo la discusión a su alrededor.