Yang Ruxin no dijo más y simplemente se quedó de pie esperando las llaves de Yang Peili.
En ese momento, la puerta de la casa de enfrente se abrió y salió Yang Ruyu. Se sorprendió brevemente al ver a Yang Ruxin, pero rápidamente logró ponerse una sonrisa —Prima mayor, Xiaofeng, han venido. Hace mucho que no regresaban...
Yang Ruxin tiró de la comisura de su boca, revelando una sonrisa sarcástica. Justo ahora en el patio y en la casa, habían estado hablando en voz alta, incluso peleando—no creía ni por un segundo que Yang Ruyu no los hubiera escuchado. Ahora pretender que recién los había notado era verdaderamente interesante.
Yang Ruyu estaba extremadamente frustrada por dentro. Realmente había querido evitar encontrarse con Yang Dani, pero no había remedio. Cuando Yang Dani entró al patio, ella había querido usar el baño exterior, y para evitar encontrarse con ellos, se había aguantado. Pensó que se irían rápido, pero ahora... realmente ya no podía aguantarlo más.
