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Aunque los trabajos del campo habían terminado por esta época, el huerto aún necesitaba cuidados y era necesario acumular leña. Además de la paja de trigo y las cañas de maíz, la leña de los aldeanos consistía principalmente en agujas de pino y ramas secas de la montaña. Naturalmente, estas tareas recaían en los hijos de la rama principal de la Familia Yang.
Sin embargo, a Yang Ruxin no le importaba esto porque era solo cuando salía de casa que tenía la oportunidad de ir al pueblo.
—Hermana mayor, ¿puedes encargarte de recoger leña tú sola? ¿O deberíamos ir contigo? —Erni expresó su descontento con la decisión de Yang Ruxin de hacerlas permanecer en casa mientras ella salía sola—. Con más personas, podemos recogerla más rápido...