—Mm. —Shen Junru asintió levemente, su cara no traicionaba emoción alguna mientras miraba su reflejo en el espejo antes de levantarse—. Bueno, entonces, demos por terminada la noche.
—Mi señora, esa mujer de la cámara occidental ha ido a llevar de nuevo el congee de nido de pájaro. Parece que al Príncipe Heredero le encantó e incluso le dio una recompensa. Para ser honesta, esa Feng Liangdi se está volviendo demasiado arrogante, —Yin Hua no pudo evitar quejarse—. Apoyándose en su juventud, no toma en serio nuestro salón principal. Siempre que tiene la oportunidad, está acurrucándose con el Príncipe Heredero...
—Sí, anteayer Su Alteza la premió con una Perla Luminosa, y hoy un lote de Brocado de Nubes. Para mañana, cuando nos vea, probablemente nos mire por encima del hombro... —Jinhua añadió con una mueca.
—Ustedes... —Shen Junru rió entre dientes—. No estoy enojada, ¿por qué lo están ustedes?