Xiao Ruiqing se acercó con una sonrisa llena de alegría, aparentemente muy contento por el regreso de su hermano mayor. —¡Hermano mayor, así que realmente eres tú! Hace bastante que no vienes a casa, papá y mamá te han extrañado terriblemente. ¡Si tienes tiempo, deberías ir a verlos!
Al escuchar estas palabras forzadas, Xiao Ruiyuan ni siquiera se dignó a lanzar una mirada, ignorando la mano extendida hacia él y caminando rápidamente, como si la persona frente a él no existiera en absoluto.
La expresión de Xiao Ruiqing se endureció, su mano extendida lentamente cayendo, su rostro inundado con los colores del desconsuelo y la decepción.