Tras darse cuenta de esto, las frustraciones previas de Mo Yan se disiparon. Dirigió su mirada hacia la Perla de Mérito, observando el espacio casi invisible que faltaba en ella y calculó que si acumulaba cuatro o cinco buenas acciones más, el Espacio estaría listo para otra actualización.
En los días siguientes, la acumulación de buenas acciones fue bastante fluida para Mo Yan. Ayudó a un niño oso que se había fugado de casa a encontrar a su familia, pagó los gastos médicos de una madre que no podía costear el tratamiento de su hijo, y ayudó a una pareja de ancianos analfabetos a escribir una carta a su hijo que vivía lejos…
Después de completar cinco actos de bondad, el Espacio finalmente se actualizó.