—Señorita Mo, perdone al anciano por su charla, pero los árboles frutales de los que habla son difíciles de cultivar. En el pasado, la Corte agotó todos los esfuerzos para transportar plantones de manzanos silvestres y uvas desde los Países Bárbaros. Al final, algunos sobrevivieron, pero ha pasado más de una década sin producir una sola fruta —aconsejó el Castigador Tiendero.
—¿Eso significa que es posible conseguir estos árboles frutales de los Países Bárbaros? —preguntó Mo Yan con alegría.
—De hecho, es posible, solo que la distancia desde Ciudad Jing hasta los Países Bárbaros es vasta. Aunque uno obtuviera los plantones frutales, no hay garantía de que sobrevivan el viaje de regreso —respondió el Castigador Tiendero con resignación.
Mo Yan no tomó en serio sus palabras. Incluso si morían, siempre que los sumergiera en el Estanque del Manantial Espiritual, podrían volver a la vida.