Ming Dongheng seguía actuando con desparpajo, solo asintiendo y lanzando a Xu Nanjing una mirada que decía «De verdad eres tonto» y «¿Qué tiene de sorprendente eso?».
Habitación de Jiang He.
Su escritorio era demasiado pequeño, así que cuando Jiang Fulai entró, Bai Lian se sentó casualmente en su alfombra, hojeando el repaso en su mano.
Preparándose para ir al laboratorio más tarde.
Jiang Fulai se agachó a su lado con el kit de extracción de sangre, observándola pasar las hojas del repaso.
Tras terminar la página de datos, Bai Lian lentamente pasó a la siguiente página sin levantar la cabeza —¿Qué haces?
—¿Te importaría que te sacara sangre? —preguntó Jiang Fulai, inclinando levemente la cabeza, sus pestañas se abatieron mientras le mostraba el kit en su mano, y añadió—, ¿para chequear un panel sanguíneo de rutina?
¿Un panel sanguíneo de rutina?
