El Director Liu se quedó sorprendido —Sé que él es tu maestro.
—¿Maestro? —Zhao Jingzhou negó con la cabeza, su mirada compleja—. Sólo he asistido a algunas de sus conferencias públicas. Todos en la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho querían convertirse en su discípulo, pero él dejó claro que no acepta aprendices.
—Por supuesto, nada de eso es importante —Zhao Jingzhou recogió sus pensamientos y miró al Director Liu—. Apartando el segundo juicio, creo que deberías preocuparte más por tu propia seguridad y la de tu empresa. Es mejor que tu empresa no tenga ningún agujero financiero.
—¿Qué? —El tono de Zhao Jingzhou sobresaltó al Director Liu.
Una sensación de inquietud empezó a extenderse.