—¿Amiga de Bai Lian? —Mao Kun se enderezó con respeto al mirar al chico frío y sin expresión que sostenía un Cubo de Rubik parecido a una pelota—. Así que eres Xiaoge, hola, mi nombre es Xiaomao.
Jiang He echó una mirada sin expresión a Mao Kun y no dijo nada.
Ahora Mao Kun se había adaptado bien a cargar los ocho jin de iridio, levantándolo como si no pesara nada.
Bai Lian supo de inmediato que su juicio inicial era correcto; él era muy talentoso y había malgastado muchos años.
—No necesitas usar la Pasta de Fundación Sólida por ahora —dijo Bai Lian mientras caminaba por el callejón, sacando tarjetas para memorizar palabras mientras conversaba con Mao Kun—. Lo siguiente es el baño medicinal, 15 gramos de Poria, necesitas tostar primero 50 gramos de Atractilodes macrocephala, 18 gramos de Hierba Pelan, 12 gramos de Rehmannia seca...
Ella enumeró una larga lista de nombres de medicamentos.
Mao Kun miraba a Bai Lian con una expresión vacía en el rostro.