Annie y Emily se abrían paso por el centro comercial abarrotado, esquivando a compradores ocupados y vitrinas coloridas. Emily estaba en pleno modo de queja, su voz teñida de exasperación mientras pasaban por otro pasillo lleno de mercancía de superhéroes.
—En serio, Annie, ¿realmente necesitamos comprar todo lo relacionado con Spider-Man? —preguntó Emily, con un tono medio en broma, medio serio mientras señalaba los gorros de fiesta temáticos de Spidey, platos y globos que Annie estaba entusiasmada agarrando de los estantes.
—¡Por supuesto que sí! Es una fiesta de cumpleaños temática de Spider-Man. Esto es lo que Ryan quería, y vamos a asegurarnos de que sea perfecto.
—Sabes, podríamos haber puesto simplemente una pegatina de Spider-Man en el pastel y haberlo dejado así. Pero no, tenemos que hacerlo a lo grande. —suspiró dramáticamente Emily, rodando los ojos.