—Luo Qiao sonrió y dijo:
—Entonces me encargaré de ello, y será una buena oportunidad para hacer saber al abuelo que he vuelto.
—Cuando Yuan Jianing llegó a la cocina y la Tía Chen la vio a punto de lavar las manzanas, dijo:
—Esa Luo Qiao realmente carece de sentido común. ¿Cómo pudo dejarte lavarlas? El agua está helada, y sin embargo, ella sabe cómo holgazanear.
—Yuan Jianing echó un vistazo a la Tía Chen y dijo:
—Tía Chen, Luo Qiao también es miembro de esta familia. En verdad deberías guardar esos comentarios para ti misma. No soy alguien que va a hacer algo tonto solo porque tú provocas problemas. No quiero volver a escuchar este tipo de comentarios.
—La Tía Chen no esperaba que su primer intento de entrometerse fuera rechazado por Jianing tan rápidamente, y dijo atropelladamente:
—No lo dije en ese sentido, Jianing. No puedes decir cosas así a la ligera, ¿de acuerdo?