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La esposa del tío mayor de la familia Luo, Qiao Juan, escuchó algunos chismes en el trabajo y advirtió a Luo Tianming y a su esposa. Como resultado, fue acusada sarcásticamente por su cuñada Feng Hui de intentar arruinar la reputación de Luo Bin, casi hasta el punto de decirle a Qiao Juan que estaba entrometiéndose. Esto hizo que Qiao Juan hirviera de ira durante días.
Antes de subir al tren, Luo Qiao echó una mirada atrás en dirección a la granja, pensando que aún quería volver a visitarla cuando tuviera tiempo.
Después de encontrar su asiento y sentarse, suspiró profundamente, insegura de cómo sería el encuentro con la familia Luo.
El retumbar del tren llevó los pensamientos de Luo Qiao lejos. No sabía si la familia Luo la aceptaría de todo corazón, pero se puso una regla a sí misma: mantener siempre la cabeza despejada.
