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Yuan Weicheng se calmó y repasó lentamente la situación en su mente de nuevo, preguntándose si había algún secreto indecible involucrado del que él no tenía ni idea.
—¿Por qué había cambiado Lu Xinyi, por qué no podía escuchar a los demás? —En la memoria de Yuan Weicheng, no era así, pero en cuanto a los asuntos de la Familia Luo, había quedado muy decepcionado.
Viejo Maestro Yuan entró desde afuera y preguntó:
—Me pregunto cómo le habrá ido a Luo Qiao en su examen.
Dejando a un lado las especulaciones en su mente, Yuan Weicheng dijo:
—Luo Qiao ya ha dicho que quiere ir a la escuela secundaria en la ciudad. Viendo su expresión de confianza, no debería haber ningún problema, solo espera las buenas noticias.
Al oír esto, Viejo Maestro Yuan se rió:
—Tienes razón, esa chica tiene tenacidad y una buena cabeza sobre sus hombros. El Anciano Yang la ha elogiado a menudo delante de mí como una gran estudiante.
