—Realmente estás pensando demasiado. Nunca he tomado sus palabras en serio. No veo la necesidad de tomar tan en serio las opiniones de los demás sobre mí —dijo Luo Qiao—. Estar cómodo con quién soy, tener la conciencia tranquila, eso es suficiente para mí. ¿De qué sirve explicar tanto a gente que no importa? Siento que es solo una pérdida de tiempo. Mejor hacer algo significativo con ese esfuerzo.
—Bien dicho, eres toda una chica —asintió y dijo Song Zhixiong.
Qiao Yu se quedó al margen, observando a Luo Qiao sin recibir ni una sola mirada de su parte, sintiéndose algo agraviado en su corazón. Temía que esta chica todavía estuviera enojada por el incidente de aquel día, que él no había detenido a su primo a tiempo de decir esas palabras hirientes.