Después de que él terminó de hablar, todos se formaron para obtener sus mochilas.
Cuando fue el turno de An Hao, ella tomó una casualmente para ponérsela en la espalda, pero Tian Niu la detuvo —Cambia por otra.
An Hao estaba algo desconcertada, pero aún así hizo lo que él dijo.
Cuando llegó el turno de Guan Kexin, él sacó esa mochila y se la entregó a Guan Kexin.
Guan Kexin sintió que la mochila estaba un poco pesada, giró la cabeza y preguntó a Tian Niu —¿Esto realmente son solo veinte kilogramos?
—¿Qué piensas? ¡Deja de perder tiempo y muévete!
Así, bajo la lluvia y el viento, Tian Niu guió al equipo en su partida.
El gran camión llevó a los estudiantes a las afueras de la ciudad, donde había pocos carros y las carreteras eran irregulares, perfectas para correr campo a través.
An Hao, llevando la mochila, estaba muy escéptica. ¿Era esto realmente una mochila de veinte kilogramos?
¡Se sentía mucho más ligera que la que inicialmente había tomado!
