Gu Youyou no dijo por qué se cayó, así que Mianmian tampoco conocía la razón.
Estaba haciendo fila, esperando a que empezara el juego, cuando Situ Zha se acercó de nuevo.
El niño tenía una mirada arrogante —En el próximo juego, definitivamente seré más rápido que tú.
Mianmian solo miró a Situ Zha, parpadeando sin decir una palabra.
Situ Zha frunció el ceño —¿Te has quedado muda?
Mianmian negó con la cabeza —No estoy muda para nada, simplemente no quiero competir contigo. Ser demasiado competitivo es malo. Llevará a la pérdida.
Situ Zha bufó —Tú también eres un niño, no hables como los adultos con todos esos grandes principios, tan molesto. De todos modos, definitivamente seré mejor que tú, solo espera.
La maestra dividió a los niños en dos grupos, uno a cada lado.
Situ Zha insistió en cambiar de lugar con alguien para poder correr con y competir contra Mianmian. Fue toda una hazaña; aunque era un poco fiero, los otros niños sorprendentemente le permitieron hacerlo.
