Mianmian miró hacia atrás, pero todo lo que vio ante sus ojos fue resentimiento negro lleno de numerosas emociones negativas, lo que le impidió discernir el origen de la voz.
La manita de Mianmian se cerró con fuerza, su palma llena de sudor frío.
Chu Ye notó que Mianmian estaba en mal estado y frunció el ceño, sus ojos exudaban preocupación.
—¿Qué diablos pasaba con este pueblo? ¿Por qué estaba afectando a Mianmian de esta manera?
Después del recorrido por el Jardín de Granadas, Yi Min llevó a los pequeños bollos de vuelta al pueblo. A lo largo del camino, los aldeanos lo saludaban, incluido un chico medio crecido que hablaba con Yi Min mientras miraba furtivamente a Mianmian y a Gu Youyou con una sonrisa extraña en su rostro.
Al salir del Jardín de Granadas, Mianmian ya no se tapaba la nariz.
Al ser observada por el chico medio crecido, ella lo miró de vuelta y no pudo evitar inflar sus mejillas, sintiéndose infeliz. No le gustaba que él la mirara.